Cuidados y mantenimiento de tu guitarra

Humedad, temperatura y almacenamiento

La madera es un material muy sensible a los cambios de humedad y temperatura, por lo que es importante prestar atención a su entorno para garantizar el buen estado de la guitarra. Cambios graduales raramente provocan daños en la guitarra, pero los cambios repentinos tiene efectos severos. Por esta razón se deben evitar e intentar que la guitarra se climatice lentamente si su entorno cambia bruscamente. Si aumenta bruscamente la humedad, la madera se dilata. Además si este proceso es acompañado por un aumento de la temperatura, las colas que se emplean se debilitan.

Entonces por ejemplo se produce un desprendimiento del puente. Si por lo contrario la humedad disminuye, la madera se contrae, pero algunas partes se contraerán más o más rápido que otras, por lo que también aparecerán fisuras, grietas y juntas abiertas .Estos cambios repentinos son los que se deben evitar para mantener la guitarra en condiciones óptimas. Por lo que:

  • No deje la guitarra cerca de una fuente de calor (radiadores, estufas, calefactores,…), puesto que además de incrementar la temperatura, reducen la humedad del ambiente.
  • No cuelgue la guitarra en paredes en contacto con el exterior. La pared es más fría que el aire interior. Entonces, el fondo y la tapa de la guitarra estarán a diferente temperatura lo que puede provocar daños
  • No deje la guitarra expuesta al frío o al calor durante un tiempo prolongado, por ejemplo dentro de un coche aparcado en el exterior.
  • Siempre que sea posible, almacene la guitarra en su estuche. El estuche aísla del ambiente exterior y los cambios de humedad y temperatura serán menos bruscos.

Limpieza

Para limpiar la guitarra utilice un trapo ligeramente humedecido con agua templada, no aplique gran cantidad de agua sobre la madera. No se deben emplear detergentes ni productos que contengan alcoholes o abrasivos.

Mantenimiento de los clavijeros

El mantenimiento de los clavijeros es muy simple y sencillo. Procure aplicar una o dos veces al año algún lubricante en los engranajes.

Cuerdas

Siempre se dice que “para gustos, colores” y el mundo de la música no iba a ser menos. Y es que cada guitarrista, luthier o simplemente, cada aficionado, puede gustarle sonidos y caracteres completamente opuestos. Pero siempre es posible aconsejar en términos generales.

No toda cuerda es la adecuada para tu guitarra, además cada mano tiene una fuerza determinada y precisa de una dada resistencia por parte de la cuerda para desempeñarse cómodamente.

Una cosa es tocar en casa, otra muy diferente en público, por tal motivo las tensiones de cuerda modifican la necesidad dependiendo de la ocasión

Para una guitarra clásica con la “acción alta” es decir, con las cuerdas muy separadas del diapasón, unas cuerdas de tensión media pueden ser adecuadas, pues con alta tensión necesitarás un esfuerzo añadido en la mano izquierda.

En el caso de una guitarra flamenco que deben ir las cuerdas muy cercanas al diapasón y puede ser necesario que utilices cuerdas de tensión alta, porque de otra forma, especialmente los bajos, producirían un cerdeo al chocar contra los trastes.

Conservación de las cuerdas:

Es fundamental dejar siempre la guitarra debidamente guardada y protegida. Mantener las guitarras afinadas siempre al mismo tono y en caso de cambiar las cuerdas, no quitar las viejas de una vez, sino cambiar una, afinarla con las demás, y así proceder de una en una con las restantes, esto tiene por objeto que el puente y la tapa no pierdan ni un momento la tensión a la que están acostumbrados, lo que produciría una disminución en el sonido que tardaría algún tiempo en recuperar.
En los viajes por avión, si el instrumento ha de ir en la cabina de equipaje, es necesario aflojar completamente las cuerdas.
Si nos sucede que cuerdas cerdean al pulsarlas al aire, es debido a que las ranuras del hueso de cabeza se han ahondado por desgaste. Siempre es aconsejable comprar un hueso nuevo con la medida ajustada y debidamente colocado por expertos, y en el caso de querer solucionarlo uno mismo bastaría con colocar una lamina de cartulina o lamina de plástico en la base del hueso o colocando en la misma ranura donde se descansa la cuerda una pequeña pieza, que generalmente basta para compensar la pérdida de altura sobre el primer traste.

Cambio de cuerdas

Coloque la guitarra horizontalmente en una superficie plana y estable y asegúrese que no contenga elementos que puedan rayar o dañar el fondo de la guitarra.
Recomendamos que se cambien las cuerdas de una en una, a fin de mantener la tensión en el puente y mástil.

El diapasón:

Si se mantienen las cuerdas limpias se evita también que la suciedad y la grasa se acumulen en el diapasón. Al cambiar las cuerdas se debe limpiar éste con una tela seca.
En los diapasones de ébano o palo santo se puede aplicar un poco de aceite de limón para eliminar la grasa y la suciedad. Esto también “alimenta” la madera, impidiendo que se reseque en exceso.
Hay que dejar el aceite por unos minutos antes de limpiarlo. Si el diapasón está muy sucio hay que dejar el aceite durante más tiempo.

Restauración y mantenimiento:

En caso de que el barniz se deteriore, siempre es preferible barnizar encima del barniz viejo; solamente en casos extremos se puede raspar o acuchillar para barnizar de nuevo, y en este caso siempre por manos de gran experiencia.

Una parte importante del proceso de restauración de una guitarra implica la limpieza cuidadosa de sus diferentes partes.

El propio proceso de limpieza, con el producto adecuado, repara los pequeños arañazos y manchas que una guitarra sufre por los años de uso.
Siempre hay que asegurarse de que se utilizan productos de limpieza que no dañen el barniz. Nunca usar productos abrasivos que contengan, por ejemplo disolventes.

Para limpiar la guitarra usar siempre un trapo suave de algodón después de cada uso, esto evitará la acumulación de impurezas y la mantendrá brillante durante mucho tiempo.

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